viernes, 7 de marzo de 2014

El Real Alcázar de Sevilla II

viernes, 7 de marzo de 2014 0

El Edificio
El acceso al Alcázar se efectúa a través de la Puerta del León, antiguamente de la Montería, que recibió su nombre de un azulejo que preside la misma y en la que se ve un león, símbolo medieval de la nobleza. El azulejo o mejor el panel de azulejos, fue realizado en talleres de Mensaque, sitios de Triana, conforme a un diseño que hizo el historiador Don José Gestoso Pérez. Una vez pasada la puerta se llaga al Patio del León que llevo a efecto el arquitecto Don Juan Talavera Heredia entre 1936 y 1939.



Sala de Justicia
A través de un pequeño hueco se accede a la sala de la Justicio, que es de planta cuadrada, con tres arco en cada uno de sus lados, decorada con yeserías y que se ejecutó en tiempos de Alfonso XI después de vencer a los moros en la batalla del Salado, 1340.  Desde ella se alcanza el Patio del Yeso o de la Alberca, que tiene en su parte central una alberca que, curiosamente, aun posee los restos de sus hermosos colores. Este patio formo parte en su día del palacio también llamado del igual nombre y cuya construcción se remontaba a la época almohade.


Patio de la Montería
El patio de la montería, es de forma trapezoidal y precede al palacio del Rey Don Pedro. Se denomina de esta manera porque en él se reunían los caballeros de la corte del citado rey para salir a cazar, por lo que llegó a tener gran popularidad. El patio es de gran tamaño, el mayor de los existentes en el Alcázar, teniendo en su parte oeste una galería porticada cuyas columnas pertenecen al orden toscano y al jónico las superiores.
El patio de la montería se encuentra presidido por la magnífica fachada del palacio de Don Pedro I, de estilo mudéjar y en el que se pueden leer una inscripción gótica que dice: El muy alto et muy conquistador don Pedro, por la gracia de Dios rey de Castilla et de León, mando facer estos alcázares et estas portadas que fue hecho en la Era de mil et quatrocientos dos.

Cuarto del Almirante
En la parte oeste de la fachada citada y después de atravesar una puerta de grandes proporciones, se llega al Cuarto del Almirante, cuyo nombre proviene por haber sido recibido en el mismo Cristóbal Colón después de su nombramiento como Almirante por los Reyes Católicos a su vuelta de su segundo viaje del Nuevo Mundo y donde se fundó el 4 de Enero de 1503, la caso de la Contratación de las Indias.

De esta dependencia se conservan tres salas. La primera, llamada el Cuarto del Almirante, por haber estado ubicado en ella el Almirantazgo de Castilla, tiene forma rectangular y alargada y se cubre con una techumbre de madera con vigas dispuestas de forma horizontal siendo realizada en los últimos años del siglo XVI. En las paredes del Cuarto se pueden contemplar, entre otros, unos magníficos cuadros de los que sobresalen los retratos que pintó el alemán Winterhalter y que representan a los Reyes de Francia y a sus hijos los Duques de Montpensier. También se puede ver el hijo Virgilio Mattoni, titulado las Postrimerías de Fernando III el Santo. La segunda, Capilla o Sala Capitular, está presidida por un retablo que alberga un cuadro de la Virgen de los Mareantes, que pintó Alejo Fernández en el año 1535, que es la primera representación hecha en Europa relacionada con el descubrimiento de América. Sus padres tienen colgados los escudos de armas de importantes almirantes de la Armada Española. La tercera de las salas es conocida como la de los abanicos, cuyo nombre proviene de una colección de estos objetos que regalo el Ayuntamiento de Sevilla a Doña Gloria Trueva. También se puede ver en ella un lienzo que representa la Procesión del Santo Entierro Grande.


Escalera Principal
Junto al Cuarto del Almirante, concretamente en la parte derecha de la puerta de entrada al mismo, se sitúa la escalera principal del Alcázar que se compone de tres tramos y fue construida en tiempos del Emperador Carlos I con motivo de su enlace matrimonial con su prima Isabel de Portugal en el año 1526. Se adorna la escalera con cerámica de estilo sevillano que tiene dibujos, entre los cuales resalta el de Plus Ultra y con un lienzo de grandes dimensiones que representa la Inmaculada Concepción, que se atribuye a Juan de Roelas. Por la misma se alcanza la planta superior del Alcázar.



Planta Alta
Antiguamente esta planta desempañaba la función de residencia de invierno, pasando con posterioridad a construir la residencia oficial de los reyes cuando venían a Sevilla.

Vestíbulo
En la planta citada se sitúa el Vestíbulo, que presta funciones de salita, y del que destaca el artesonado que se realizo en tiempos de los Reyes Católicos y la alcoba o Cuarto de la Reina que se comunicaba con el Oratorio de los Reyes Católicos del que sobresalen sus bóvedas nervadas y que lo preside un magnifico retablo de azulejos que realizo el escultor Francisco Niculoso Pisano en el año 1504, y cuyo tema central representa La Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel.

Dormitorio del Rey Don Pedro
También forman parte de la planta superior el Dormitorio del Rey Don Pedro I, que se realizo en el siglo XVI, es de planta cuadrada y de el destacan los alicatados que cubren los zócalos de los muros.

Sala de Audiencias
Igualmente se encuentra situada en la planta alta del Alcázar La Sala de Audiencias, del siglo XIV, cuyo zócalo lo decoran alicatados con mezcla de diversos colores y el techo se cubre de molduras con temas de lazos o cintas entrelazadas. Por último, completan la parte superior del edificio el Salo de Juegos o de Villar, el Salón de Fumar y el de Música.

viernes, 28 de febrero de 2014

El Real Alcázar de Sevilla I

viernes, 28 de febrero de 2014 0


Constituye el Alcázar uno de los edificios más insignes, notables y antiguos de los existentes en Sevilla, además de los más complejos por la variedad de construcciones que contiene, pertenecientes a distintas épocas y estilos, consecuencia lógica de la continua serie de reformas y modificaciones de sufrió a los largo de los muchos años de historia que tiene.

Con respecto a su fundación, dice González de León que es antiquísima y no hay memoria de ella, lo que concuerda con otros historiadores que coinciden en señalar que los orígenes del magnífico palacio árabe son desconocidos si nos atenemos a una estricta, exacta y rigurosa verdad histórica. 

De ahí, que cierto grupo de autores expliquen su origen diciendo que éste se remonta a la época romana al estar insertada dentro de lo que podía denominarse la ciudad militar o Acrópolis, lugar que constituía en circunstancias normales la residencia de los gobernantes romanos. A este respecto, el historiador Don José Gestoso Pérez, nos dice que es un hecho que los descubrimientos arqueológicos de mayor interés verificados en Sevilla, han tenido lugar en las inmediaciones del Alcázar y bien próximos se hallan a él los notables subterráneos de las Calles Borceguinería, hoy Mateos Gago, Don Remondo y Abades, justamente con los colosales fustes descubiertos por completo en la calle Mármoles. En uno de los patios del Alcázar actual, se descubrió la interesantísima estatua de Isis con Horus.

Otros autores indican que el origen del Alcázar se puede encontrar en el siglo VI, época visigoda, a causa de que en los que constituye Patio de Banderas, existía una basílica denominada de San Vicente en la que estuvo enterrado el cuerpo del Patrón de Sevilla, San Isidoro, y que se mantuvo en pie hasta el siglo IX.

Pero lo cierto y al margen de éstas y otras opiniones sobre el origen y fundación del Alcázar, es que sus trazas son esencialmente árabes, aunque con el paso de los años, se construyesen, desde la reconquista de Sevilla el 23 de Noviembre de 1248 por el Santo Rey Fernando III, otras edificaciones de distinto estilo. Hasta esta fecha tan señalada para la historia de la ciudad de Sevilla, el Alcázar constituye la residencia o la morada permanente de príncipes y altos dignatarios de la Sevilla islámica, debido, entre otras causas, a las bondades de todo tipo que entonces ofrecía la misma.

El origen del Alcázar y por tanto su construcción, se inicia en la denominada Alta Edad Media (913-914), cuando estando reinando el Emir Abd-al-Rahman II se construye la primera fortaleza militar que más adelante se transformaría en residencia del gobernador, esto ya durante el reinado de Abd-al-Rahman III. Esta residencia o Dar-al-Imara, alcanzaba hasta el actual Patio de Banderas, según el cronista musulmán Al-Himyari, y tenía una gran solidez interior y exterior ya que se encontraba protegida por una muralla de una altura muy considerable y defendida por torres de gran resistencia a los ataques que podrían realizarse desde fuera de su recinto.

La historia del Alcázar va íntimamente ligada a la de Sevilla, hasta el punto de que el hecho de que la ciudad de Córdoba alcanzara un gran desarrollo y una gloria muy apreciable durante el califato, produjo como consecuencia el que la importancia de Sevilla descendiera de forma notable como lo demuestra que el Alcázar se convirtiera en residencia de un walí o funcionario de poca categoría.

La conquista de Sevilla por los almorávides en 1091, vuelve a darle notoriedad al Alcázar gracias a las obras que se realizan en torno al mismo, como la construcción de la gran muralla que todavía existe en parte y que comienza en la Puerta del León y concluye en la Plaza de la Alianza. Estas realizaciones se llevaron a efecto gracias al Rey de Marruecos Ali Ben Yusuf, que convirtió a Sevilla en el virreinato de toda la península Ibérica y cuyo hijo Rachid fue el virrey.

Algunos años después, 1147, y a causa de que lo almohades derrotan a los almorávides, Sevilla es ocupada pasando a depender del Imperio de Marruecos, en cuyo poder estuvo hasta 1212 en que fueron derrotados los árabes por el rey Alfonso VIII en la batalla de las Navas de Tolosa, pasando a manos de los cristianos el 23 de Noviembre de 1248 en que el Rey Fernando III el Santo la reconquista y fijó su residencia en él. El citado rey realizó en éste algunas reformas como el levantamiento de varias dependencias y la decoración de otras.

A la muerte del Rey Santo en 1252, le sucedió en el trono su hijo, Alfonso X, llamado el Sabio, que vivió y murió en el Alcázar y constituyo en el mismo nuevos departamentos, como un conjunto de tres grandes salones góticos, haciéndolo sobre una parte del palacio almohade. Esto es lo que hoy se conoce como Palacio Gótico o salones de Carlos V, pero que en tiempos de su realización se denominaba Cuarto del Caracol.

El rey Alfonso XI, también dejo una huella importante en el Alcázar, ya que en el año 1340 se ejecutaría, a órdenes suyas, la Sala de la Justicia junto al Patio del Yeso, obra realizada con gran maestría en estilo mudéjar.A su muerte ocurrida en 1350, le sucedió su hijo Pedro I, apodado por unos historiadores el Cruel y por otros el Justiciero, que doto al Palacio Mudéjar de una gran suntuosidad, ya que lo mejoro, enriqueciéndolo en unos límites imposibles de imaginar en aquella época. Para llevar a efecto las obras que condujeron a lo antes citado, contrato infinidad de operarios de una calidad artística muy notable que vinieron desde ciudades como Toledo y Granda y que supusieron satisfacer y sobre todo entender lo que Don Pedro quería que hiciese. 

Años más tarde, reinando ya los Reyes Católicos, se llevaron a efecto obras como la construcción de algunos salones en la planta baja del edificio, la ampliación de la primera, la arquería superior, que componen las dos alas de la puerta principal, el retablo de azulejos de la capilla gótica de la planta alta, etc.

Durante el reinado del Emperador Carlos I se completa la primera planta, se labro la galería alta del Patio de Banderas y se construyeron estanques para los jardines, con lo que se hacían más hermosos los mismos. 

Entre los monarcas que más se distinguieron en el enriquecimiento del palacio, se pueden citar a Felipe IV que mando construir el apeadero, la galería del Patio de la Montería y los jardines del estanque o de los Grutescos, e Isabel II, que realizo nuevas restauraciones y sobre todo lo ornamentó y lo amuebló con magnificas piezas de carpintería y bellos tapices.

Con posterioridad a estos y ya en otras épocas no gobernadas por reyes, también se ejecutaron obras de gran importancia al margen de las de conservación, que le han permitido al Alcázar seguir siendo el gran palacio que fue desde su creación, además de mantener integra la personalidad de que fue dotado.

 

lunes, 17 de febrero de 2014

Casa de Pilatos

lunes, 17 de febrero de 2014 0



La Casa de Pilatos es un palacio situado en Sevilla. El edificio es una combinación de los estilos renacentista italiano y el mudéjar español. Su patio es considerado como prototipo de palacio andaluz.

Historia

La construcción del palacio se inició en 1483, por deseo de Pedro Enríquez de Quiñones y su segunda esposa Catalina de Ribera, fundadores de la Casa de Alcalá. La obra se levantó sobre varios solares que habían sido confiscados por la Inquisición. El fallecimiento en 1493 de Pedro Enríquez, llevó a que Doña Catalina fuese la encargada de acometer la configuración inicial del palacio. Su hijo Fadrique Enríquez de Ribera y su nieto Per Afán de Ribera y Portocarrero ampliaron y completaron la decoración de la Casa.

Don Fadrique Enríquez (primer Marqués de Tarifa), entre los años 1518 y 1520 realizó un viaje de peregrinación a la ciudad santa de Jerusalén, en el que atravesó toda Italia, y en el que quedó profundamente impresionado del arte renacentista que imperaba en las ciudades italianas. A su regreso trasladó esas maneras renacentistas que había observado a la Casa de Pilatos, combinando el estilo renacentista italiano con el mudéjar sevillano, en las ampliaciones que realiza del palacio, ocupando varios solares anexos al mismo. Per Afán de Ribera, sobrino y heredero de Don Fadrique, fue un gran coleccionista de arte que acopió durante su estancia como virrey de Nápoles, realizó reformas entre 1568 y 1571 que acogieron su vasta colección.

Conjunto monumental


Se accede a través de un portal de mármol, realizado por Antonio María Aprile en 1529 en Génova, de estilo renacentista y rematado por una crestería gótica que parece ser fue traída del palacio que los promotores del edificio tenían en Bornos, y dando la sensación de que se viajara en el tiempo cuando se entra al Patio Principal, típico patio andaluz, donde una fuente hace de centro y lo guarda con celo la diosa Palas representada en dos estatuas situadas en ambos ángulos y que a su vez todo es observado por veinticuatro bustos entre emperadores romanos y españoles y otros personajes relevantes que se distribuyen a lo largo de las galerías bajas del patio. Desde este patio se llega a dos jardines maravillosos que están engalanados con artesonados, y un pabellón, ambos en el jardín chico, también son admirables los zócalos y las rejas de estilo plateresco.

La escalera por la que se sube al piso superior está decorada con admirables zócalos de azulejos y su techumbre es una cúpula de madera apoyada con trompas de mocárabes, hecha por Cristóbal Sánchez. En esta planta se conservan en sus salas importantes pinturas que datan de los siglos XVI al XIX, si bien la más importante, La Piedad de Sebastiano del Piombo de 1539, se cedió en préstamo al Museo del Prado. Hasta entonces, se exhibía en la Sala del Torreón.

En la sala situada en el ala izquierda del Torreón se puede observar su techo con los frescos realizados por el pintor Francisco Pacheco entre 1603 y 1604 que realzan la apoteosis de Hércules; y en la sala que sigue a la del Torreón hay una pequeñita pintura sobre cobre de la serie de Tauromaquia de Francisco de Goya, en la que se ve el arrastre de un toro; también conserva un bodegón de Giuseppe Recco (en el comedor), así como una tabla que representa a la Magdalena pintada en el siglo XVI (sala que antecede al archivo); en el archivo se encuentran tres obras del pintor Lucas Jordán.

Como la mayoría de estos centenarios edificios también posee una capilla, de estilo gótico con decoración mudéjar plagada de antigüedades y numerosos manuscritos.

A través de todo el edificio se puede sentir lo influenciado que estuvo su admirador que fue de otros estilos por sus yeserías y bajorrelieves representativos de hechos de la antigüedad mezclado con una preciosa azulejería.

Está considerado como el mejor edificio nobiliario andaluz constituyendo un ejemplo de la arquitectura sevillana del siglo XVI.

En la actualidad es residencia permanente de los duques de Medinaceli.

Tradición


El origen de su nombre, Casa de Pilatos, proviene de un Vía Crucis que se comenzó a celebrar en la ciudad en la década de 1520, conservándose los azulejos que representan cada una de las estaciones a lo largo del mismo. Al principio comenzó a celebrarse en el interior de la capilla dentro de la propia casa. En 1529, debido a que el número de personas para realizar la estación de penitencia había crecido tanto que decidieron empezarla junto a la puerta del edificio en lo que vino a considerarse la primera estación siendo finalizada en el templete de la Cruz del Campo. Joaquín González Moreno, archivero de la Casa de Pilatos y conservador del Palacio durante más de 30 años, fue la persona que recuperó esta tradición al localizar la documentación que sobre este hecho existía en el archivo de Medinaceli de Madrid y restablecer en 1971 el Vía Crucis de la Cruz del Campo, que durante el siglo XVI sería el inicio de la Semana Santa en Sevilla.


En la Casa de Pilatos se han rodado varias películas, entre las que destacan 4 producciones de Hollywood: En 1962 se rodaron en el palacio escenas de la mítica superproducción "Lawrence de Arabia". En 1992 el director Ridley Scott rodó aquí la película "1492: la conquista del paraíso". Este director volvería a repetir en 2005 rodando escenas para "El reino de los cielos". Y a finales de 2009, Tom Cruise rodó en el palacio la película "Knight and Day", con Cameron Diaz.
 
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