El edificio Hotel Alfonso XIII es un edificio
histórico situado en Sevilla, entre la Puerta de Jerez, el Palacio de San Telmo
y la Fábrica de Tabacos. El hotel es propiedad del Ayuntamiento de Sevilla y
actualmente ofrece sus servicios, en régimen de concesión administrativa a
través a la cadena hotelera The Luxury Collection by Starwood. En 2011 fue
reformado íntegramente y reinagurado el 13 de marzo de 2012.
Historia
Obra del arquitecto José Espiau y Muñoz; fue
construido entre 1916 y 1928, e inaugurado oficialmente el 28 de abril de 1929,
con la celebración de un suntuoso banquete presidido por el Rey Alfonso XIII y
la Reina Victoria Eugenia. El motivo de este banquete fue la boda de la Infanta
Isabel con el Conde Juan Zamoyski.
El hotel fue en realidad un proyecto ganador elegido entre tantos otros tras
haber sido convocado un concurso bajo la dirección del genial arquitecto Aníbal
González. Espiau logró el premio, y levantó un edificio destinado a ser el
hotel de la Exposición Iberoamericana de 1929. El propio Rey Alfonso
XIII mostró un gran interés en la consecución de las obras y estableciendo
indicaciones sobre cómo debían de concluirse algunas zonas.
Está considerado Bien de Interés Cultural desde 1998.
Arquitectura
Arquitectónicamente es de estilo neo-mudéjar,
inspirado en la arquitectura árabe, conformando un edificio claramente historico,
aunque con un toque regionalista andaluz. Fue diseñado en el primer cuarto del siglo
XX, por lo que arquitectónicamente se integra en la estética global del resto
de edificios planificados para la Exposición Iberoamericana de 1929. En
conjunto, fachada y demás, se observa una importante riqueza de elementos
decorativos y detalles, conseguidos con materiales que bien podrían
considerarse como pobres o sencillos, puesto que en su mayoría son ladrillo,
yeso, madera y cerámica.
En su interior, se destaca la opulencia y categoría, arcos y columnas, todo
decorado con lámparas colgadas de elaborados artesonados, así como con finas
alfombras de la Real Fábrica de Tapices. También merecen mención los azulejos
que decoran paredes, techos y todo tipo de estructuras. Las habitaciones fueron
diseñadas para alojar a reyes, presidentes, personalidades y otros invitados de
la Exposición Iberoamericana de 1929, por lo que la amplitud es norma general.
Los suelos son de mármol y madera.
Salones
En el hotel se hallan seis salones capaces de
albergar banquetes de hasta para 650 personas. El Salón Real era el antiguo
comedor principal del hotel que destaca por su tamaño y ornamentación. A este
se accede a través de una reja forjada de hierro similar a las que cierran los
coros de algunas catedrales andaluzas. En el interior, se describen once arañas
de cristal de Bohemia y bronce patinado en oro, un artesonado palaciego,
grandes puertas en arco orladas de caoba y ladrillo intercalado de azulejos,
puertas que dan a la terraza que está sobre el jardín. También son dignos de
describir los Salones Andalucía, Híspalis y Cartuja, todos de estilo neoclásico
con estucos dorados, puertas y ventanales de arcos enfrentados, arañas de
Bohemia y suelos de mármol.
Patio interior
Característico, también, es el patio interior;
proyectado originalmente de otra forma e inspirado en el Hospital de los
Venerables, y que finalmente se rediseñaría por petición expresa del Alfonso
XIII, quien mostró su desacuerdo con el proyecto anterior.
Habitaciones
Tras la reforma realizada en 2011, el hotel cuanta
con 151 habitaciones y suites. Las habitaciones tienen un tamaño de entre 20 y
42 metros cuadrados y se dividen en 3 temáticas: habitaciones andaluzas,
habitaciones moriscas y habitaciones castellanas. Existen 3 habitaciones deluxe
y 6 suites, algunas de 80 metros cuadrados, entre la que está la Suite Real, de
140 metros cuadrados. Una de ellas, la Suite Torreón, cuenta con una terraza
propia de 55 metros cuadrados. Además, cuenta con la Suite Reales Alcázares,
inspirada en el Alcázar de Sevilla.
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